La sed de la comunicación es una necesidad que está presente en nuestra esencia desde el inicio de nuestros tiempos.
Nos comunicamos en cada minuto de nuestra vida cotidiana, incluso en aquellos momentos donde no nos expresamos de manera verbal, es por ello que es fundamental brindar los mensajes adecuados.

Es muy importante saber comunicar y saber comunicarnos. Lo primero afecta al mensaje, a los contenidos que queremos transmitir. Lo segundo, a nuestra actitud, a nuestros modales, a nuestras técnicas.
La tecnología ha cambiado de manera radical nuestra interrelación con los demás y la inmediatez se ha hecho parte de nuestra vida. Las redes sociales son las herramientas por excelencia que nos permiten no solo comunicarnos con nuestros conocidos, amigos o familiares, también los contactos profesionales y el curriculum social, son parte de los pros y contras que encontramos en su utilización.
Se dice que en el campo comercial, las redes sociales han servido de plataforma para impulsar los negocios de las personas con resultados muy positivos, dada la inmediatez y la facilidad para transmitir datos.

Es por ello que no nos sorprende cómo marcas y empresas con alto prestigio a nivel comercial están incursionando en estos medios para obtener un contacto directo y bidireccional con su público objetivo.
Estamos en una era donde lo que no se comunica no existe, por ello debemos hacer los esfuerzos necesarios y efectivos para brindar mensajes eficaces, que aporten valor a lo que deseamos transmitir.
Citando a Peter Druker: “lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice”.
Abramos nuestras perspectivas a esta nueva época, donde el que tiene la información tiene el poder y hagámosla valer a nuestro beneficio.